Si fueras vino...

Si fueras vino... me deleitaría imaginando los placeres que tendría contigo al liberarte de la botella... La espera para contactarte, sería tan larga como lo que se demora en hundir el sacacorchos, introduciéndolo despacio para luego quitarlo, cuidando que no se desgrane y arruine el líquido.

Si fueras vino... y yo te descorchara, lo haría con delicadeza para que mis labios, y solo ellos, fueran los primeros en tocarte. Comenzaría a alimentar mis sentidos para gozarte sin límites.

 Si fueras vino... te volcaría lentamente en una copa, inmensa, transparente, límpida, para escucharte caer contra el cristal e impregnar el aire de tu aroma,  para mirar tu color purpúreo a trasluz, tratando de percibir inútilmente tus imperfecciones.

Si fueras vino… cerraría los ojos para que el mismo Dionisio y sus musas me transportaran a bosques de frutos rojos, lugares llenos de cueros curtidos al sol, tabaco y chocolate… Adivinaría tu vida desde tu nacimiento, vislumbrando cada una de tus historias, protagonistas y responsables de tus fragancias.

Si fueras vino... te haría girar en la copa, solo para observar cómo te aferras al cristal, ilusionándome con la idea de verte asido de la misma forma a mi alma y a mi vida. Te vislumbro como un caldo espeso, de esos que tiñen hasta el más puro cristal, de esos que quedan cautivos por siempre en el paladar…

Si fueras vino... disfrutaría de tu aroma una y otra vez, gozaría esa fragancia que despides al ponerte en contacto con el aire. Y te imaginaría en la vid, cuando aún eras racimo madurando al sol y crecías esperando este día.

Si fueras vino... te permitiría besar mis labios y penetrar mi boca en un pequeño sorbo. Dejaría que bañaras mi lengua, y te degustaría con cada una de mis papilas. Te apretaría contra el paladar, exprimiéndote y sacándote hasta la última molécula de sabor. No te desperdiciaría; haría que todos mis sentidos quedaran impregnados de ti; exhalaría el aire para que quedaras presente hasta en mis fosas nasales.

Si fueras vino... te gozaría sorbo a sorbo, sin prisa, sin apuros, sin límites...

Si fueras vino... valdría la pena convertirme en sommelier solo para poder catarte...

(para SW, 2008)